No suelo escribir mucho en mis entradas, pero esta ocasión es especial.
Hace seis años que mis padres se prejubilaron tras vender la panaderia en la que han trabajado toda la vida, en la que yo y mi hermana hemos crecido.
Estas épocas me traen mucha nostalgia, la semana santa nosotros la vivíamos de otra manera...cerrabas los libros o cogíamos vacaciones en el trabajo para ayudar en casa, eran días agotadores, sobretodo esta noche, la del jueves santo, que exclusivamente hacíamos monas o panquemados (dulces típicos de estas fechas en la Comunidad Valenciana).
Mi hermana y yo, odíabamos esta noche, nos la pasábamos entera haciendo monas con mi padre. Hoy lo recuerdo de otra manera, la complicidad que teníamos para cuadrar las horneadas, las risas que nos échabamos entre descanso y descanso contando chistes o poniendo música para no dormirnos, la satisfacción de cuando terminábamos,¿quien sacará la última mona del horno este año?, la cara de mi madre cuando bajaba a abrir la panadería a las seis y todo ya estaba en orden, los primeros clientes....
Pues bien, mi padre, hoy, después de seis años sin panaderia, y, después de hacer monas esta tarde para casa, se va a pasar la noche con el heredero del negocio, mi primo, y ayudarlo. Estaba muy ilusionado, lleva semanas pidiéndome un "animalet d'eixos que tu fas" (un animalito de esos que tu haces) para llevarlo esta noche y éste ha sido el resultado: Os presento a mi Ninet Panadero, dedicado al mejor padre del mundo!!